CAFESG se apresta a iniciar la etapa final de la puesta en valor del Castillo San Carlos

Un ícono arquitectónico que se transformará en un Centro de Representación Histórica

La obra de “Consolidación y Puesta en Valor de las Ruinas del Castillo San Carlos”, que lleva adelante CAFESG, es un hito histórico para la ciudad de Concordia.

Este emprendimiento con profundo anclaje en el acervo cultural concordiense representa la culminación de un proceso que nació a fines de los ‘90, cuando se realizó una consulta popular para conocer el destino que los vecinos de la ciudad le querían dar al Castillo. Las alternativas eran dos: restauración o puesta en valor de sus ruinas. Votaron más de 6.000 personas y la mayoría, por amplio margen, se inclinó por la segunda opción.

Los años fueron pasando y finalmente en 2011, fruto de una firme decisión política del actual gobierno provincial, la obra comenzó a cristalizarse a través de la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande (CAFESG), con participación clave del Colegio de Arquitectos en el proceso de llamado a concurso de proyectos, y acompañamiento del municipio.

Este otoño de 2013 encuentra al Castillo San Carlos con la primera etapa de su Consolidación y Puesta en Valor ya concluida, mientras que la segunda fase tiene un 91% de grado de avance. Entretanto, el Directorio de CAFESG se apresta a adjudicar la tercera y última etapa de los trabajos.

En el concurso original de proyectos se cotejaron propuestas y trabajos de diferentes estudios de arquitectura del país. Finalmente resultó ganadora la iniciativa de un grupo de arquitectos concordienses. Esa propuesta se plasmó en un proyecto ejecutivo que hoy avanza a ritmo sostenido para transformar al Castillo San Carlos en un Centro de Representación Histórica con un criterio de atracción turística.

Detalles de la Puesta en Valor

El Castillo San Carlos es un ícono cultural y arquitectónico que forma parte del patrimonio histórico de la Capital del Citrus. En función de ello, el propósito de la intervención es recuperar la memoria y preservar lo construido, consolidando estructuralmente el centenario palacio (fue levantado entre 1886 y 1888) sin generar elementos extraños a esa idea.

A partir de esta obra se generará un sistema de recorridos, de manera tal que el visitante pasará a tener un itinerario pautado previamente. Ya no se podrá circular libremente por cualquier lugar como sucedía antes del comienzo de los trabajos, lo cual comprobadamente contribuyó al deterioro de la estructura del Castillo, construido a fines del siglo XIX.

Las pasarelas estáticas de metal que conformarán estos recorridos tendrán la característica de ser reversibles, es decir que si se decidiera retirarlas no habría inconveniente alguno, pues no existirán bases de hormigón ni nada que obligue a hacer ningún tipo de demolición.

El proyecto incluye además una limitación de los accesos al Castillo con paños vidriados, con el fin de generar el menor impacto visual posible.

Un párrafo aparte merece la reconstrucción del piso en damero del patio de la entrada principal, tal como fue construido hace más de 125 años.

Espacios definidos

El Castillo posee dos niveles: Planta de Accesos (comúnmente conocida como planta alta), y Planta Semienterrada (o planta baja). Conceptualmente el criterio de intervención utilizado es el de acompañar esa estratificación y ofrecer al visitante tres recorridos, partiendo de criterios simples y posibles.

La planta a Nivel de Acceso –que iniciará el paseo– tendrá un desarrollo de pasarelas que la recorrerá por completo. En este nivel se encuentra el “patio delantero” y la “terraza al río”. Desde esta planta, aprovechando su carácter superior, se podrá observar la totalidad de la Planta Semienterrada, sin necesidad de bajar hacia ella.

La Planta Semienterrada se compone de dos alas laterales sin conexión física entre sí. Cada una de ellas tendrá su propio acceso y recorrido por pasarelas de similares características.

Estos tres sistemas de recorridos podrán funcionar individualmente y serán plausibles de vinculación en un itinerario total e integrado verticalmente por las escaleras internas.

Un Centro de Interpretación sobre un piso de madera –que ocupará el lugar conocido como “las caballerizas”– será la conexión de usos entre los dos niveles, siendo accesible a todas las personas sin importar sus capacidades de movilidad. Aquí se recibirá al visitante como paso previo al inicio del recorrido por cualquiera de las opciones habilitadas, siendo el sitio donde estarán exhibidos los resultados de la Investigación Histórica del Castillo y su época.

La idea es que el visitante –destinatario final del proyecto– conozca en este Centro de Interpretación la rica historia del Castillo San Carlos y comience allí su observación guiada.

Primera etapa de la obra

-Consolidación estructural integral del Castillo.

-Tareas de restauración, ejecución de desagües y aislaciones.

-Tareas de control del acceso al Castillo, mediante la colocación de los cierres con las nuevas carpinterías.

-Ejecución de pasarelas y rampas del nivel superior, a los fines de avanzar hacia una habilitación parcial, con restricciones de circulación.

Monto invertido por CAFESG: $ 2.149.374.-

Segunda etapa

-Centro de Interpretación.

-Demolición de sanitarios y kiosco existentes.

-Construcción de nuevo kiosco, sanitarios públicos y obras complementarias.

Monto invertido por CAFESG: $ 834.785.-

Tercera etapa

-Piso exterior de piedra basáltica, de 3 metros de ancho, en todo el perímetro del edificio.

-Iluminación interior con artefactos orientales, acompañando el recorrido de la pasarela metálica.

-Iluminación de la planta semienterrada con artefactos tipo “Bipin”.

-Iluminación perimetral exterior con diodos emisores de luz (LED) sobre columnas con altura libre de 9 metros.

-Climatización: se instalará un sistema de aire acondicionado frío-calor de primera marca y fabricación nacional.

Presupuesto Oficial: $ 1.010.381.-