CAFESG lidera estrategias conjuntas de prevención y control del dengue

Trabajo en cooperación con Salud de la provincia, la Municipalidad y la UBA

El Área de Desarrollo Regional de CAFESG, el Ministerio de Salud de la provincia, la Municipalidad de Concordia y el Grupo de Estudio de Mosquitos de la Universidad de Buenos Aires están realizando tareas de monitoreo, prevención, control y educación en el ejido de la Capital del Citrus.

Las estrategias desplegadas cumplen con los protocolos establecidos por distintas organizaciones internacionales. Este trabajo en conjunto de diversos actores sociales e instituciones –coordinado por el Área de Desarrollo Regional de CAFESG–  permite augurar una continuidad de buenos resultados. Sin embargo, ahora más que nunca se hace necesario el compromiso de cada uno de los habitantes porque el ordenamiento ambiental es la clave para ganar esta batalla.

Situación actual

La emergencia de enfermedades desconocidas en algunas regiones del planeta así como la reemergencia de otras que parecían olvidadas se han constituido en noticia en los últimos años. El cambio climático global, el avance descontrolado de la urbanización con sus consecuentes servicios sanitarios inadecuados, el aumento del uso de envases de materiales no biodegradables y la migración constante de personas por el mundo son factores que favorecen la transmisión de nuevos agentes patógenos.

En el otoño de 2009, Argentina registró su mayor brote epidémico de dengue con 26.000 casos oficiales en 14 provincias. Si bien Entre Ríos fue junto con Formosa la provincia con menos casos confirmados (15), a partir de entonces se instaló muy fuertemente en la población el concepto de que el dengue es un problema de todos y por lo tanto el control de su principal vector debe comenzar por nuestra propia casa.

¿Quién es el Aedes aegypti?

Es el mosquito vector del dengue y de la fiebre amarilla urbana. A lo largo de su ciclo de vida sufre una metamorfosis completa. Esta metamorfosis es tan profunda que los estadios inmaduros no viven en el mismo ambiente que los adultos. Las larvas y pupas de mosquitos son completamente acuáticas, y en ese ambiente se alimentan y desarrollan. Los adultos, en cambio, son aeroterrestres.

Ciclo de vida del Aedes aegypti

Las hembras del Aedes aegypti eligen exclusivamente recipientes de origen artificial para depositar sus huevos. Estos recipientes son generalmente de pequeño volumen y al momento de la oviposición pueden contener agua o no. Cuando los huevos entran en contacto con el agua (acumulada por lluvia, riego, etc.) eclosionan y emergen las larvas que se desarrollarán hasta transformarse en mosquitos adultos en los siguientes 6 a 10 días, dependiendo de la temperatura ambiente.

Ovitrampas: efectivas herramientas de monitoreo

Las ovitrampas son dispositivos que permiten la detección temprana de la ovipostura de hembras de Aedes aegypti. Son una forma económica, práctica y segura de monitorear esta actividad. Se fabrican con un tarro plástico y una bolsa negra en su interior, que se llena con agua. Se le adiciona un bajalenguas de madera sostenido por un gancho para papel. A los 7 días de su instalación se cambia la bolsa y el bajalenguas; la primera se elimina y el segundo es llevado al laboratorio para su análisis.

Desde la primavera de 2009 la ciudad de Concordia está siendo monitoreada por ovitrampas. Actualmente se encuentran instalados 72 de estos dispositivos, según un grillado previamente diseñado en base a los estudios de la temporada 2009-2010.  El análisis de los resultados y el diseño del monitoreo estuvo a cargo de biólogas del Grupo de Estudio de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), las cuales no sólo se basaron en los estudios regionales sino también en experiencias previas en la ciudad de Buenos Aires, y en lo publicado para otras ciudades del mundo.

El recambio de dichas ovitrampas está a cargo de una promotora de salud y de siete becarios de CAFESG, seleccionados entre estudiantes de Ciencias Biológicas del Instituto del Profesorado “Concordia”. Los bajalenguas retirados cada semana son llevados al laboratorio entomológico que funciona en el CIC “Néstor Kirchner” de la Municipalidad de Concordia. Allí, semana a semana los bajalenguas son revisados bajo lupa por otra promotora de salud, la cual informa de la presencia o no de huevos de Aedes aegypti. Estos resultados son analizados luego por las profesionales de la UBA, que indican las zonas de la ciudad donde deben intensificarse las medidas de control del vector.

Medidas de control

Como se explicó anteriormente, el vector del dengue es un mosquito de hábitos domésticos. Sus principales criaderos se encuentran asociados a la actividad humana: botellas, tachos, cubiertas de automóviles, frascos de vidrio y cualquier recipiente o elemento susceptible de contener agua que no se encuentre cuidado por períodos mayores a tres días. Por lo tanto, la principal medida de prevención de esta enfermedad consiste en la eliminación de los criaderos tanto efectivos como potenciales. La tarea que debe realizarse para la reducción de criaderos se conoce como “descacharrización”, y consiste no solo en eliminar aquellos recipientes que no sirvan sino también en lavar, voltear, destruir, poner bajo techo, destapar desagües y canaletas, y toda aquella acción que evite el almacenamiento involuntario de agua.

La función principal de la descacharrización es la eliminación de los huevos que pudiesen haber sido puestos sobre las paredes de los recipientes. Para que sea efectiva, debe ser un trabajo mancomunado entre las autoridades y los vecinos. Por eso, a partir de las ovitrampas que resulten positivas cada semana, en las nueve manzanas circundantes se organizan dos tareas de control y de monitoreo más exhaustivo: el relevamiento entomológico y la descacharrización.

El primero consiste en la revisión de una casa por cuadra seleccionada al azar, para observar los recipientes que han permanecido a la intemperie. Esta actividad es llevada a cabo por el grupo encargado del recambio de ovitrampas y permite conocer con mayor precisión la densidad de vectores y de los criaderos, lo cual posibilita un monitoreo desde otro ángulo de la situación entomológica de la ciudad y por ende del riesgo de transmisión de dengue, en base al cálculo de índices establecidos por la Organización Panamericana de la Salud.

La descacharrización la llevan a cabo promotores de salud con camiones provistos por la Municipalidad de Concordia. En estas unidades se pasa a recoger todo aquello que los vecinos deseen eliminar, previo aviso de visita. Al descacharrizar se evita el uso de productos químicos que puedan acarrear efectos adversos sobre el medio ambiente por ser contaminantes, o puedan ser causantes de alergias y problemas respiratorios sobre las personas. La fumigación sólo es utilizada cuando el riesgo de transmisión del virus es lo suficientemente alto como para justificar este accionar.